Funeral para el animal herido de este cuerpo repleto d flores

Esto es algo que categóricamente no pasó nunca, lo juro. 




Creo que morí. La anestesia me durmió y cuando perdí la consciencia temblando en esa habitación fría ya no desperté, mi corazón paró de pronto. Eso es lo que pasa con los corazones rotos, solo paran. Iban a proceder, en esa clínica que mil veces habían hecho el procedimiento conectaron todo lo que tenían que conectar y la máquina sonó. Un pitido llano. Un pitido que llenó la habitación. La doctora quedó inmovil y volteó a ver a la anestesióloga y las dos enfermeras que estaban auxiliando. Nadie, ni una supieron qué hacer, no fue culpa de nadie, solo mi corazón no aguanto y morí. Tenía el corazón demasiado roto. Si me sacaban las vísceras lo que viniera después me habría matado. No me tocaron, perturbada no fui. Intacta con nuestro bebé adentro. No nos separaron. Trataron lo mejor que pudieron pero no fue suficiente y salieron a avisarte. De verdad trataron, pero todo fue inutil. Yo morí. Tú lloraste, me lloraste por lo que me hiciste. Tú saliste a buscar a mis dos mejores amigos, a aquella y a aquel que me amaron en vida. Lloraron contigo. Te consolaron. A ti todo el mundo parece querer consolarte. Quizá nunca mentiste y si me amabas también, quizá si merecías un consuelo. Ustedes fueron las primeras personas que supieron que ya no existía. Ella fue la que por teléfono le dijo a mi mamá, lloraron con mis papás, nunca se conocieron en persona antes hasta ese momento y tuviste que darles la cara. Dijiste que llenaba un vacío contigo y un bebé pero que te sentarías con mi papá a hablar. Nunca hablaste con él. Ellos estaban molestos y confundidos, pero aún así te abrazaron. Te consolaron, ¿por qué a ti todo el mundo te consuela? Me velaron porque Dios no me odió. Me enterraron a dos filas de mi hermano. Me pusieron rosas rosadas. Ella lo pidió, ella es la única que recuerda cosas tiernas sobre mí. Ella es la única que si me sabe. 
Morí, juró que morí. Hubiera preferido morir. No quería despertar, pero lo hice y estabas sentado ahí enfrente de mi. La habitación se hizo más pequeña de pronto. Escuché llorar a alguien de dolor afuera. Te lo dije. Contestaste que no. Insistí y ahí abriste los oídos y escuchaste a la mujer que lloraba sentada en esos sillones de fuera. El dinero contiene el dolor, ¿por qué la dejan que sufra así? Que no nos dejen sufir. Que alguien la abrace y la sede, que le duerma el dolor. 
Yo también estaba llorando. Sentí las lágrimas en la cara, no era mi intención, no quería llorar, no quería que me vieras llorar. Ya me has visto llorar mucho. Yo no quería llorar por ti, pero no puedo controlarme y no puedo hablar. Te odio. Te quiero decir eso. Te odio, ¿por qué me hiciste esto? Pero no puedo decirte nada, no siento nada porque el dinero hizo que nada duela, nada se sienta, nada se aclara, nada se dice, nada se entiende y pasa ligero. No me di cuenta de cuando toda la anestesia pasó, solo de pronto estabas ahí de nuevo y estabas cantando en voz baja, tarareando porque estabas nervioso, yo te conozco y eso haces para no tocar el silencio, no sabías que hacer y ojala te hubieras muerto tú también. Ojalá fueras tú quien estuviera despertando y fuera yo la que te observará indefenso y tarareando te viera vulnerable y patética. No quieres estar aquí y yo lo sé. Tú me hiciste esto y ojala fuerzas tú el que llora preguntando si tiene alma aún. Ojalá hubiera muerto porque si morí ese día. Ojalá hubiéramos muerto juntos, porque la muerte le dimos a alguien que pudo ser. Me arrancaron las vísceras, ¿me arrancaron el alma?



Estás triste. Has estado triste antes.
Aprendes a huir, cuando no estás bien, en casa de tus papás cuando no te cuidan y no te quieren, aprender es lo que te queda por hacer. Vete. Trabajar para tener dinero e irte es lo segundo que debes hacer. Una vez más estás triste. No te dirigen la palabra en esa casa. Vete. Sé un cliché millenial y dirígete al mar a emborracharte. El amor parece ser una cosa que duele, ya no quiero que duela, el irte de la ciudad y centro de tu universo directamente al departamento de alguien que sabes que puedes besar algún día de tu visita porque le gustas es lo que debes de hacer. La ciudad te hace mal, esta ciudad te lastima, tus decisiones y amar te lastima, eres patética y una irresponsable débil, pero eres una sobreviviente y no vas a ser una tonta otro día para quedarte acostada y sin bañarte en la sala de tus padres. Te arrancaron las vísceras. Te arrancaron el alma. Esta no es la primera que estas triste, y ahora ya eres más grande, una adulta y puedes irte sola de donde no te quieren, ir a llorar para regresar a enfrentar la vida, cuando regreses vas a estar más ligera, tienes que, las lágrimas son agua y esas le pertenecen al mar. Te sientes pequeña. En unas semanas regresarás para celebrar tu cumpleaños, a los brazos de las personas que amas, tus amigos están preocupados y mandan mensajes que no puedes contestar. Perdón, me siento mal. Regresarás para hablar con él, a esperar que lo que hicieron no haya sido condenado ya, ¿cuanto tiempo pasa para saberse condenada? Lo que hiciste, lo hiciste por amor, lo entregaste con amor, te diste a ti misma por eso. Era lo mejor. Puedes vivir con pena el resto de tus días porque un día podría dejar de arder, quizá, ojalá. Por lo mientras es hora de pretender ser alguien diferente a ti porque ser tú es demasiado en este momento. Pero serás tú, sólo serás la que no es molesta porque no estarás triste. Vas a estar bien, solo tienes que irte de la ciudad porque es salvaje para ti ahora mismo. La ventana siempre es el mejor lugar del avión, pero ahora solo te hace llorar porque te ves en el reflejo. Las huidas no son tan románticas. Son pesadas. La vida no es nada como pensabas pero debes solucionar porque eres capaz y solo debes de ignorar, continuar, olvidar. No llores, tonta. Te sientes ridícula, siendo tan pequeña, pero tú puedes. Tú puedes todo, solo tienes que hacerlo, muévete. Eres agradable, sonríe, sé agradable. Sé graciosa y ligera y todo puede salir bien. Toma, fuma, platica. ¿Te ven las tetas? Si, los dos te las ven. La mujer también. Te quieren coger. Hombres. Mujeres.  Mañana vas a ir al mar, en el mar te vas a sentir mejor. Ya me voy a acostar. No puedes dormir. Él llega a dormir, se mete a la cama y te pregunta si te puede abrazar, le dices que sí. Si quiero que alguien me abrace, el amor dormía abrazado a mi. Es agradable que un amigo te abrace para dormir. Tienes mucha ropa, ¿no crees? Y entiendes. ¿Y si lo besas? Lo besas, te besa y baja todo su cuerpo largo para chuparte, lamerte, comerte. No quiero que me cojas, me va a doler. Sí, está bien, ¿ni tantito? No. Ok. Es agradable que otro cuerpo aparte del cuerpo del amor te toque, ‘¿no? Ya no es la última persona que te tocó. Ya eres menos patética por haber amado tanto a alguien que te dijo las cosas que el amor te dijo. El amor no duele. Que no te duela, que no te importe. No pienses en él. Te besa y gime contra tu cuerpo. No lo extrañas. No lo necesitas. Este otro tiene barba y su barba pica mucho. Es diferente, que dolor provoca una barba así, pero lo ignoras y te restriegas. Se siente bien. Piensa que se siente bien. Tienes derecho a sentirte bien. Y él te bebe, te toca, te frota. No se siente nada. Es solo un cuerpo contra el tuyo. No recuerdas cuando paró y solo despiertas. De día son amigos y se hacen buenos amigos, o eso crees. Quieres ser amiga de todos, que ridícula, que insegura y poco confiable te hace querer eso. Tienen conversaciones sin parar todas las mañanas que estás ahí, como con todas las personas a las que les quieres agradar, ¿eso te hace ser una hipócrita o solo una necesitada? Desayunan juntos, comen juntos y duermen juntos, es agradable porque tú no comes ni duermes con las personas pero es amable contigo y sabes que es un patán pero por lo menos es honesto al respecto y eso es algo que casi nunca ves, que desfachatado es, seguro porque sabe que es guapo. Quizá es como tú, un cínico. Tiene cara de alguien confiable, y no es, como tú. Miente y engaña y te lo dice de frente para luego darte un beso en la frente, es un cabrón, como tú. Son buenos contigo en ese departamento. Siempre son buenos contigo los hombres, cuando te quieren coger. Dicen cosas estúpidas como que creen que eres una niña de casa que es responsable y sabe entender, ¿entender qué? Coger y callar. No soy una niña. Vete. Te vas al hostal a dos calles del mar y piensas que debiste atreverte a estar sola todo el tiempo de huida desde el principio. Mala idea. Solo estás contigo. Es horroroso, el hostal está casi vacío pero tu habitación no, esperas que la francesa con cara de mamona y un pésimo español y la australiana de personalidad nerviosa y tosca no se molesten por tu llanto de madrugada, perdón si hago ruido, me siento mal. Sola, solo estás contigo y eso te aplasta. Te estruja. Lloras todos los días de esa semana. Te dices todos los días que irás al mar pero no lo haces, ¿y si te sigues de frente? Deberías caminar sin detenerte. Deberías caminar y no parar hasta dejar de sentir la arena. Mañana. Comes en muchos de los restaurantes del puerto, y caminas por ahí sin hablar con nadie hasta el último día.
El último día ahí es agradable. No te sientes tan mal. Hace mucho calor pero no es tan desagradable. Vestido bonito. Te vas a arreglar las uñas de las manos y los pies. Vas a comer a un lugar que se ve bonito y disfrutas por primera vez tu compañía. Comes con gusto, bebes con gusto. Ser tú no es tan malo, quizá si tienes alma aún, si alguien no tuviera alma no podría sentir nada. Quizá sí te vaya a perdonar y aún te ame Dios, porque él debe de saber lo que tiene tu corazón y entenderá un día antes de que te reunas con él que lo que hiciste era lo único lleno de amor que podías hacer y aunque le amabas y se amaban, tenías que hacer lo correcto. Hay un hombre que parece por como esta vestido ser un padre de familia, alto, con gorra, barba, bigote, ascendencia latina, mexicana tal vez, y en definitiva es padre de familia, solo los gringos usan esas horribles gorras y camisas y tenis con las marcas tan mezcladas, ya vimos que vienes de vacaciones, te mereces pagar $600 por un vaso, quien te manda a dejarte, quien te manda a tener tanto dinero como para no preguntar el precio y poder pagar. Sales de ahí y vas directo a la iglesia. Lloras escuchando el sermón, es una conspiración. Los pecadores son de por quiénes debemos tener las manos en el corazón. Saben que hiciste, saben que eres de quienes tienen que hablar, de por quién tienen que rezar, pecadora maldita, perra sin corazón, no tienes alma ni perdón. Vas directo al mar. Bajas las escaleras, te quitas las sandalias y caminas por el largo de la playa. El agua toca tus pies, dejas tu bolsa en la arena, y entras, así con el vestido blanco puesto, y el agua se pega y te va subiendo por el cuerpo, el agua te abraza y vas entrando más y más, es un puerto y tiene un largo tramo antes de ser mar abierto, y continuas caminando, ¿y si te sigues? Está bajando el sol, el cielo es rosa. Es bellísimo. Se siente bien estar dentro del agua con ese cielo tan templado y rosado de frente. El agua es tibia, calmada. Respiras y te escuchas y si te concentras suena igual al mar. Vas a llorar de nuevo pero este es un llanto entregado, no contenido, estas cediendo, te sientes mal, estás triste, te rompieron el corazón. Duele. Y una voz interrumpe, eh amigo esta honda, no, no está, no soy alto y no me llega ni al pecho, que bueno, es que no tengo esos flotadores. Se burlan de ti en tu cara. Estos cerdos son peores que tú, en todo aspecto, en todo plano y en varias vidas. Son hombres en sus treintas, casi cuarentas, tú no te ves mayor de veinticinco. Cerdos. Patanes. Imbeciles. Los odias, ya no quieres llorar, solo quieres alejarte de ellos. No puedes mostrar molestias ni decir nada, son tres, no se conocen y aún así se rieron todos de ti y de tus senos. Cerdos, cerdos. Y te asustas, sales del agua y al voltear está el que estaba dentro del agua, no sentiste cuando se acercó y está ahí atrás de ti deberías de dejar tus cosas con las mías, no te vayan a querer decir algo peor. Te paralizas, ¿en serio dijo eso? Sí, por eso ya voy por mis hermanos y primos, para que nadie se me acerque. Vete de ahí. Cerdos. Rumbo al hostal te interceptan. Es el hombre del restaurante, ah sí te recuerdo, te estafaron y te pregunta porque estas mojada y sí en serio te metiste con ropa al mar, me tenía que despedir del mar porque me voy en la madrugada, te pregunta si puede invitarte un trago, aceptas y en realidad disfrutas, no te conoce, ni tú a él y tienes unas horas de platica muy amistosa, hablan de temas que ambos disfrutan y se sorprende por tus gustos musicales, es que eres muy joven para saber tanto de musica, entiendes de temas de señores y le sostienes la platica, es hombre y te quiere explicar lo que ya sabes, esta viendote disimuladamente el cuerpo y dice que eres muy bonita para estar sola en este puerto, y dices atinadamente que te gusta estar sola y necesitabas estar sola porque shit happen y a veces necesitas irte de casa, es un desconocido y confiesas como de sola te sientes con tus negligentes padres, y de como un día decidiste irte y que ya nunca vas a parar, que tienes planes y que vas a seguir viajando porque ya te atreviste y el mundo puede ser tuyo, solo el miedo se tiene una vez, y él sonrie, te explica de sus negocios y te explica sobre la cultura y mal manejo politico de su país, todos son imbeciles piensas y lo dices y él parece complacido, eres bonita y además lista, ¿por qué estás sola?, ¿cómo es que no te acompaña nadie? y sonríes hasta reír porque estoy trastornada y rota y ya me arruiné la vida, no sé, no sé, ¿qué quieres que te diga? y ríes más, ahora estoy contigo, sí, estás conmigo, ¿quieres ir a caminar a la playa? vamos a caminar a la playa, sí, vamos, pide la cuenta que a mi me estafan y lo obedeces, no quiere llevarse el resto de su comida y corres a dárselo al mesero porque la comida no se tira, qué modo tan derrochador y estupido, esta en perfectas condiciones y bajas corriendo las escaleras a sabiendas de que tu escote revela tu brassiere y tus senos rebotaban, deséame, ¿por qué no te ha tratado de besar? Así, ahora ya no puede dejar de verte, y le rozas el brazo, se lo agarras y le comentas que se ve fuerte y complacido, explica que entrena en casa y le gusta cuidarse. Caminan unos metros y te metes al agua, le dices que te siga y lo hace, el agua está muy rica, está casi caliente, ¿te gusta? Sí, sí me gusta. Y le salpicas de agua. Te devuelve el salpicón. Que idiotas, mojándose como adolescentes, ¿qué estás haciendo?  Se te acerca y te besa, por fin, otro cuerpo te toca, otros labios te besan, es más alto, todos son altos, todos son mucho más altos que tú, ¿por qué todos me van a hacer sentir chiquita? Como él, pero no es él, no es él. Lo sientes contra ti y te acaricia, y te soba y te toca, te toca, te toca, tú lo tocas a él. Quiere que vayas a su resort pero tú eres tú y si vas a exponerte con un desconocido, va a ser cerca de otras personas, cerca de donde conoces, él insiste y cuasi se molesta pero cede y van a un hotel al centro del puerto, que lugar tan mexicanizado y céntrico, pintoresco, perfecto para enamorarse, y céntrico, perfecto para entregarse, y céntrico, házme sentir bien, por favor, hazme sentir bien conmigo misma siendo quien soy. Se bañan para quitarse la sal de la piel, y le esperas desnuda en la cama, escuchas el agua de la regadera caerle sobre el cuerpo mientras recostada en diagonal miras la mesita de noche con tu bolsa sobre ella. ¿Qué estás haciendo? Ser bonita. Le escuchas masturbarse en la regadera, sale desnudo y mojado, secándose con una mano mientras que con la otra sirve un trago de ese tequila caro que trae consigo, y mientras se vuelve, te acomodas para recibirle abierta a lo que quiera hacerte y habla al tocarte, abre tus piernas y obedeces, luces como una virgen. Ay, no, los hombres y su pederasta visión del sexo y gime contra tu pelvis, sobre tus labios y bebe de ti gustoso, házme sentir bien, por favor, hazme sentir bien conmigo misma siendo quien soy. No sientes nada pero dejas de pensar con la cabeza y nada más eres tú, tu sexo y tu cuerpo con él de un extraño que dice que eres suya y eres linda, que te besa y pasa su lengua por tu cuello y clama que eres tan hermosa y so beautiful, y eso se siente bien, no lo que te hace, lo que te dice y duele pero puedes aceptarlo y duele mucho y soportas, es que como es de dolorosa la penetración, siempre duele porque parecen ser cuerpos que no te caben, este es un cuerpo que parece hermoso, largo, fuerte, moreno, peludo, está puesto para ti y es tibio y te suda encima, te gime en el oído murmurandote amor, mi amor, pero parece solo muy grande, excesivo, para ti, es que no eres para mí, no te conoce y ya te ama y es… interminable, no frena y como si fuera la ultima vez que respira en la tierra, te montas, te gime, te lame, estás tan dispuesta a todo que parece que en realidad te quiere y tú a él, pero al tratar lo que no cabe en tu cuerpo lo demuestras sin querer y le tiemblas debajo, te dobla como todos los hombres siempre lo hacen y con tus piernas sobre sus hombros, entrando tan dentro como necesita, te hace y porque eres complaciente y te da miedo hacer algo que no le guste, le dejas y después de unos segundos abres los ojos y lo miras y te das cuenta que él en realidad te esta mirando stop it, y para, we can stop it, y sigue una pausa, just stop it te dice y sale de ti, y te abraza, y te besa y dice que tienen que comer algo y tú solo le dices que si a todo lo que quiere y después de unos minutos abrazado por detrás de ti se visten de nuevo y salen al restaurante de al lado y comen y dejan casi todo y caminan por el pueblo, caminan por la iglesia y viendo la cruz, le sientas en una de esas bancas que estan al frente y te lo cojes con la noche observando nada más, que puta, te gusta mucho hacer esto, que putita, hacer que te cojan en lugares en donde no tienen el control y parecer que por momento el control lo tienes tú y solo tú porque estan vulnerables, solicitos, abiertos con tal de que no pares de moverte encima de ellos, ya y te ríes y paras y le tomas de la mano y siguen caminando de madrugada por las calles, y en realidad te diviertes mucho. Van de nuevo al hotel y hablan y ríen mucho, él no para de preguntar porque le ves de esa forma y todas las veces le contestas que no sabes a que se refiere porque solo sabes mirar así, y él asiente. Le acaricias el pecho, que tiene cubierto con tatuajes, sobre los pectorales y a lo largo de los brazos. Preguntas que son. No te dice bien, solo pronuncia una palabra que no entiendes y procedes a enseñarle los tatuajes que tienes sobre las costillas, en el pie, en los dedos y sobre el antebrazo, parece que te escucha atento. ¿En serio te gustan? Sí, claro. Que raros que son los hombres. Te puso debajo de él y te sometió. No te asustó el sometimiento, sino su capacidad de poder hacer las cosas, ¿es necesario, apachurrame?, no te asusta la rudeza, ¿apachurrame?, no te asusta la pasión ni la rapidez, sino que pareció gustarle cuando gritaste de dolor. Lo aceptas, porque su placer es visible y puedes con ello, siempre has podido, este hombre es posible, le vas a aceptar, esta sin control de sus ruidos, arriba de ti, agarrandote con todo su largo, abrazandote y sabes que puedes, solo por un par de segundos fue demasiado, no, no, murmuraste e intentaste empujar su cuerpo y fue ahí que esos segundos parecieron mucho, solo pudiste hacer la cadera a la derecha porque no te pudiste mover más, eso es sometimiento pleno, es eso lo que les gusta, a veces, y luego paró y volvió a ser más calmo, mi preciosa, mi niña y dejó de doler, dejo la rapidez, ya no duele, que no me duela, hazme sientir bien. Te besa, te besa lento, te besa y sientes que te quiere. Habla y le ríes en los labios. Te dice que te había visto desde antes de que entrara en el restaurante, que fue al pueblo por un trago y te vio, y ahora te tengo aquí conmigo. Que miedo. Te das cuenta de la hora y saltas para agarrar tu ropa interior porque en menos de una hora llega el coche para llevarte al aeropuerto. Le explicas y él dice que te quedes otro día, que te quedes en su hotel con él. No. Que el paga el boleto. No. Que vayan directo a su resort. No… ¿y si vienes a la ciudad de México conmigo?, Ok, cambio mi vuelo. Siempre dicen que si todos a todo. ¿En serio?, ¿Te vas a quedar conmigo todos los días que esté ahí? Sí. Entonces sí, ahorita lo arreglo con mi aerolínea. Van a tu hostal y tienen la situación más tonta que no necesitabas a contratiempo, le dices que espere afuera en la silla, porque no puede entrar nadie distinto a los huéspedes, te sorprende que te haga caso alguien tan viejo y tan grande. Está borracho, con razón. Te bañas, tratas de meter todas las cosas que están sobre tu cama a las maletas que traes contigo y en chanclas, calzones y una camiseta sales cuando te marca molesto come on, sales a decirle que ya casi y la puerta de madera se cierra en tu cara. Ay, no. Estás afuera, sin llaves. No abre. No abre. Intentas meter la mano por un espacio al lado. No abre. Le volteas a ver y le dices que no saliste con llaves. What? Solo salí a verte rápido, estaba guardando mis cosas, deje la llave adentro. Vámonos a mi hotel, ¿qué tienes que no te pueda comprar? No, ¿cómo crees? Tengo que llegar a casa de mis papás o se van a preocupar. Come on, está cerrado. Está cerrado. Y no hay nadie. Y no hay nadie. Tocas sin parar, gritas hola, hola, ¿hola?, hola hola hola hola, ¿hay alguien?, ¿me abren? Está cerrado y no hay nadie. Tengo todo adentro, mi laptop, mi cartera, mi identificación, mi teléfono, ¡estoy en pantis y chanclas! Y te nalguea. ¡Esperate! le dices riendo, esto es en serio algo que definitivamente solo te podría pasar a ti. Vuelve a azotarte. Su mano es enorme como él. Auch. Y te besa, le acaricias la cara y rie contra su boca. Tengo que trabajar y me quede afuera. Y algo cambia. ¿En serio tienes que trabajar? Sí, homeoffice, unas cosas en un rato. Ok, vamos a abrir. Y como solo a ti te pasa, a ti te salvan y logran abrir el plástico que simula ser un vidrio y lo convences de meter la mano y tratar de abrir. No abre. Y él ya lo toma personas y borracho, caliente y goofy me monta y su larguiruchez entra y abre. Si abre y corres por tus cosas y te ayuda a meterlas todas, y te vistes, y te cambias e inspeccionas sí no olvidas nada. Perdón, perdón, ya entró un no huésped, ya entró pero ya no vamos. Y salen para encontrarse a tu taxi que justo llego. Ojalá te hubieras quedado a dormir con él, quien sabe que hubiera pasado. A lo mejor no me siento tan mal. Lo llevan a un hotel que no es suyo pero ya es tarde, ya tendrá que solucionarlo. Y apenas llegas a buen tiempo. Estás por quedarte dormida. Súbete al avión. Te sientas y con frío te quedas dormida.


Te moriste y eso me mató. Morí acompañada porque el dolor se compartía. Ella y yo no podemos estar sin ti. Lo supimos ahí. No dijimos nada, solo tomamos todas nuestras medicinas al mismo tiempo, y sin parar nos acabamos todas, nos acostamos en su cama juntas, nos dijimos te amo, te amo mucho, te amo tanto, es que la extraño mucho, yo también, no quiero estar sin ella, yo tampoco, nos besamos la cara, nos besamos las manos y sin enterarnos, dejamos este mundo. Cerramos los ojos por última vez y pasó. Estamos contigo. Una vida sin ti es una vida que no se vive y como no se podía con tanto solo cedimos. Pedimos perdón en un par de cartas que acomodamos juntas en su mesa, pedimos que nuestras madres no fueran a vernos, sino nuestros padres. Ellas no merecen, ellos quizá sí. Nos velaron en donde a ti. Nos lloraron y estamos juntas ahora. Las tres estamos juntas, con tus dos bebés y el mío. Amamos después de la vida y la muerte nos abraza ahora.
Es que fue intolerable. No fue justo. Todos los días a muchos ratos pienso en nosotras siendo madres juntas. Haber estado embarazadas al mismo tiempo, con esas dos semanas de diferencia ha sido de las coincidencias más dolorosas y extremas que existieron. Te extraño. Lloro muchos de mis días pensándote, pensando en el hubiera sin complicaciones, en el hubiera sin negligencias, en el hubiera sin reclamos, sin miedos, en los hubiera que teníamos y no obtuvimos, merecíamos amor, no dolor, y solo es injusto, solo es para no ser. No solos, no seremos. Ser sin ti está mal. No hay consuelo real que parezca darme tranquilidad, inequívocamente vivo en el arrepentimiento y un dolor que no para, es que cosa contraria es intolerable. Un día quizá encuentre algo que sea distinto, pero hoy, en el hoy que parece siempre, por lo mientras te resisto. Te resistimos quienes te amamos. Me quiero morir estando muerta.


No te alcanzó. Mando por mensaje que lo intentó pero no pudo su aerolínea. Promete ir a verte cuando vuelva de Tailandia, tiene que irse a operar la nariz y a vivir la vida. Dices que sí creyendo que no lo volverás a ver. Si lo vuelves a ver. Unos meses después. Vuelve a interrumpir tu vida de pronto. Dice que viene pero tiene que hablar contigo. Videollamada. Tienes esposa. No, no tengo esposa. Tienes novia. No, no tengo novia pero conocí a alguien en Tailandia y seguimos en comunicación, si voy a verte, aún así tendría que hablar con ella. Y yo amo a alguien más. Estoy rota, trastornada, apunto del suicidio, con más medicamentos de lo que como en el día y la monogamia es algo que me importa un pito, solo quiero que me distraigas porque siento que el corazón me lo arrancaron. Mmm, nos hemos visto una vez en la vida, está bien, ¿la amas? No, no, realidad, no. Deberías. Estoy emocionada de verte, ojalá si vengas. Si voy. Ojala si vengas. Si voy, voy a comprar el boleto, ¿cómo estás? Mal, triste, muy mal, muy triste, no duermo, no paro de llorar, ojalá me hubiera muerto.  Bien, solo cansada. Yo también. Descansa. Sí vino. Le ayudaste a elegir un lugar en la zona más gentrificada de la ciudad. Le gustó la suite. Le gustó verte. Le habías enviado mensajes nerviosos porque solo quieres que te amen, pero tú eres alguien enteramente inestable y tal vez no sepas amar, porque apenas te toleras a ti misma. Le eres agradable. A todos les eres agradable siempre. Llegaste dos horas después de lo que dijiste y él ya tiene aliento alcohólico y tiene hambre, te detuvo cuando salías con tu bolsa porque, ¿para qué llevas cosas? Vamos a ir aquí cerca, ¿no? Pues si pero son mis cosas, ¿no llevo nada entonces? No. ¿Seguro? Yeah. Come mucho. Toma mucho. Cenaron, platicaron y fueron a tomar algo a un bar. ¿Qué se toma con alcohol cuando alguien te dice que tomes algo con él pero tú no tomas pero aún así debes de pero debe ser alcohol para una mujer? Que sepa que eres una mujer. Gin con frutos rojos, por favor. Gracias. Una copa y estás borracha. Bien. Sientes cosquillas en el cuerpo. Están de pronto de nuevo en la habitación, te besa sin parar y te toma sobre la cama y cuando estabas empezando a disfrutar su tamaño y su fuerza, terminó. Muy rápido. Vamos por más tragos y un aceite, ¿me haces un masaje? Sí, obvio. Y en serio estás muy ebria y él también un par de horas después. Come mucho. Toma mucho. Duerme mucho y coge sin venirse, que hombre tan occidental, que hombre tan aburrido, es que le gusta someterte al cogerte. No quieres estar ahí realmente, ¿por qué crees tan fielmente que mereces estar en una situación así? Alguien te está obteniendo sin nada de esfuerzo, sin cariño, sin respeto, no te conoce y no le interesa conocerte y tú estás vulnerable y dócil. Quizá si merezco sentirme así.

Siento que me voy a morir y no quiero.


Tuya, mía
M

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